El vinagre puede ayudar a matar patógenos, incluidas las bacterias. La gente ha usado tradicionalmente vinagre para limpiar y desinfectar, tratar hongos en las uñas, piojos, verrugas e infecciones del oído. Hipócrates, el padre de la medicina moderna, usó vinagre para limpiar heridas hace más de 2000 años.

Varios estudios en humanos muestran que el vinagre puede aumentar la sensación de saciedad. Esto puede llevarlo a comer menos calorías y perder peso. Por ejemplo, según un estudio, tomar vinagre junto con una comida rica en carbohidratos provocó una mayor sensación de saciedad, lo que provocó que los participantes comieran entre 200 y 275 calorías menos durante el resto del día.